El lado políticamente incorrecto de Anna Wintour
Considerada una de las figuras más poderosas e influyentes en la industria de la moda, Anna Wintour también ha sido señalada por su estilo de liderazgo rígido y por diversas actitudes políticamente incorrectas que, con el paso del tiempo, han salido a la luz.

Una figura controvertida
Aunque es admirada por su visión editorial y su capacidad para marcar tendencias desde su papel como editora en jefe de Vogue, Wintour ha sido acusada en repetidas ocasiones de fomentar un entorno excluyente, elitista y poco diverso. Excolaboradores han descrito su trato como “cruel” y “despectivo”, asegurando que privilegiaba a personas blancas, delgadas y de clases sociales altas en los espacios editoriales que dirigía.
El racismo y la falta de inclusión
Durante los últimos años, Wintour ha tenido que reconocer públicamente los errores cometidos por Vogue y Condé Nast en temas de diversidad racial. En momentos de alta tensión social, como el auge del movimiento Black Lives Matter, sus disculpas no fueron suficientes para muchos, que señalaron que durante décadas se ignoraron o minimizaron voces negras y de otras comunidades dentro de la revista.
Opiniones tajantes y decisiones polémicas
Anna Wintour también ha sido reconocida por su estilo firme y su carácter implacable. En el ámbito político, ha manifestado abiertamente su desprecio hacia figuras como Donald Trump, algo que ha alimentado tanto admiración como críticas por su postura pública desde un cargo editorial.
Un legado en disputa
El artículo retrata a Wintour como una mujer que rompió esquemas y consolidó una era en la moda, pero también como alguien que perpetuó prácticas excluyentes. Su figura divide opiniones: para algunos, es un ícono del poder femenino en un entorno competitivo; para otros, una representante de las estructuras elitistas que hoy están siendo cuestionadas.