Crisis de Recolección de Desechos Peligrosos en Hospitales de Tehuacán: Un Foco de Infección Creciente
Desde hace más de tres meses, los desechos generados por el Hospital General, el Hospital de la Mujer y el Centro Integral de Servicios (CIS) de Tehuacán han dejado de recibir el servicio de recolección de basura. Esta acumulación no solo afecta la imagen de las instalaciones, sino que también representa un grave foco de infección debido al tipo de residuos que se manejan.
Ciudadanos y trabajadores del sector salud han denunciado la falta de unidades recolectoras del Organismo Operador del Servicio de Limpia de Tehuacán (OOSELITE). Las tres dependencias enfrentan el mismo problema sin que se haya encontrado una solución. Las autoridades han señalado que el acceso de terracería al relleno sanitario de Ciudad Serdán ha causado retrasos en la recolección especial de desechos, lo que ha llevado a que, día tras día, más bolsas se sumen a la enorme montaña de basura acumulada en la parte trasera de los hospitales.
Los trabajadores de salud han expresado su preocupación, ya que al salir de las instalaciones y pasar cerca de los depósitos, han notado que algunas bolsas se han roto y los líquidos que se filtran generan un olor desagradable. Aunque han solicitado a sus superiores que se tomen medidas, la respuesta ha sido que no hay servicio disponible.
Desde hace años, la recolección de basura ha sido un problema recurrente, a pesar de un acuerdo previo con el Gobierno Estatal para que el OOSELITE brindara servicio diario sin costo. Sin embargo, los cambios en el estado en 2023 han alterado esta situación, y las dependencias han dejado de recibir la recolección de desechos, lo que ha agravado la problemática.
Aunque en el caso del CIS la situación no es tan crítica porque la basura se compone principalmente de papelería y desechos de oficina, en los hospitales se manejan residuos más peligrosos, como desechos de cirugías y químicos infecciosos, que llevan tiempo acumulándose. Con el cierre de la administración municipal a la vista, el problema podría intensificarse, ya que los nuevos funcionarios podrían no estar al tanto de la operatividad necesaria para la recolección, lo que podría convertir estos depósitos en un riesgo tanto para los ciudadanos como para los trabajadores del sector salud.